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Estudiantes de preparatoria participan y aprenden en competencia de juicios simulados

Westview High School’s mock trial team react with screams and jumps on learning they made it to the championship round of competition held at San Diego Superior Court on Saturday. The team went on to win, sending them on to statewide competition.
(Howard Lipin/San Diego Union-Tribune)
SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

Tuvieron que aprender el caso y por lo tanto aprender la ley.

Durante innumerables horas en los últimos cinco meses, 435 estudiantes de preparatorias de todo el condado memorizaron, practicaron y desempeñaron roles como abogados, testigos, secretarios judiciales y agentes judiciales.

En un día reciente reunieron todo para mostrar sus habilidades en la 13ª competencia anual del Programa de Juicios Simulados de High School del condado de San Diego.

Al final de un día agotador donde se enfrentaron 26 equipos escolares entre sí al presentar un juicio penal real, los estudiantes de Westview High School de Rancho Peñasquitos enfrentaron con un margen muy estrecho a Academy of Our Lady of Peace de North Park para ganar la competencia.

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Ambos equipos estallaron en gritos, abrazos, saltos y apretones de manos como buenos deportistas cuando los resultados se anunciaron frente al juez de mayor rango en la Corte Superior de San Diego, David Gill.

San Diego County Superior Court Judge David M. Gill listens to Joshua Jang, a member of the Westview High School team, acting as a prosecution witness being questioned by Ashley Yeatts, of Academy of Our Lady of Peace.
(Howard Lipin/San Diego Union-Tribune)

“El puntaje estuvo increíblemente cercano”, anunció Gill a los estudiantes, maestros y padres que abarrotaban la gran sala de la corte del centro. “Todos ustedes aquí son ganadores”.

El equipo de 18 estudiantes de Westview representará al condado de San Diego en una competencia estatal en marzo. El ganador allí se enfrentará a equipos de todo el país por el título nacional.

“Es fenomenal, cambia la vida el trabajar en un entorno tan poderoso”, comentó Michelle Wang de 17 años, una estudiante de último año de Westview que había debatido las mociones previas al juicio ante Gill, quien se desempeñó como juez del juicio.

Wang y su contraparte en Our Lady of Peace, la estudiante de segundo año Anjali Paye de 15 años, ganaron premios individuales como abogados de la fiscalía en los debates previos al juicio. Wang dijo que definitivamente está considerando estudiar la carrera de derecho.

“Fue una gran experiencia”, exclamó Paye. “Estamos felices de haberlo hecho bien. Definitivamente lo haré otra vez”.

Westview ocupó el segundo lugar el año pasado, atrás de Scripps Ranch High School que se llevó el primer lugar en 2017. Our Lady of Peace obtuvo el primer lugar en 2016.

Los estudiantes de 25 escuelas locales —porque La Jolla Country Day tuvo dos equipos— comenzaron a prepararse el otoño pasado para este día, con la ayuda de 93 abogados voluntarios para entrenarlos en la forma de conducirse en la corte. Algunas escuelas ofrecen juicios simulados como clase, otras como un club extracurricular.

Anjali Paye, a member of the Academy of Our Lady of Peace team, acting as a defense attorney, addresses the judge during the championship round of the San Diego County High School Mock Trial Competition.
(Howard Lipin/San Diego Union-Tribune)

Unos 8 mil estudiantes en todo California inician de la misma manera, estudiando un caso ficticio que involucra algún aspecto del derecho constitucional seleccionado por la Fundación de Derechos Constitucionales, organismo que fundó el programa en 1980 en Los Ángeles. Las escuelas de San Diego comenzaron a participar en 2007.

El caso de este año involucró la Primera Enmienda y el acoso cibernético, con un acusado enfrentando cargos por hacer amenazas criminales y hacer el reporte falso de una emergencia al hacer que la policía enviara un equipo SWAT a una víctima inocente, una práctica conocida como swatting.

Los equipos de defensa argumentaron que las amenazas que dicen: “Mereces morir”, “Voy a buscarte” y “Cuídate la espalda”, nunca tuvieron la intención de hacerse realidad, sino que fueron comentarios de redes sociales amparados en la libertad de expresión.

Cada escuela compitió dos veces en las últimas tres semanas, intercambiando papeles de fiscalía y defensa. Los estudiantes dieron sus exposiciones de apertura, interrogaron a testigos, hicieron objeciones, citaron la jurisprudencia pertinente, respondieron a las preguntas de sondeo de sus jueces y resumieron sus casos con argumentos de cierre.

Los casos fueron escuchados por 50 jueces y comisionados estatales y federales que emitieron fallos y veredictos. Otros 178 abogados actuaron como anotadores y calificaron los resultados en una escala numérica que se sumó el último día para declarar a los ganadores.

“Si cierras los ojos, podrías pensar que estás escuchando a verdaderos abogados”, expresó la jueza de la Corte Superior de San Diego, Laura Birkmeyer, copresidenta del comité de juicios simulados con Lizzette Herrera-Castellanos, profesora de estudios paralegales y jurídicos en Southwestern College en Chula Vista.

Birkmeyer opinó que exponer a los niños y a sus padres al funcionamiento del sistema judicial “debería ser una de nuestras principales misiones”.

“Les estamos enseñando habilidades que necesitarán después de graduarse”, señaló Ray Beattie, quien dirige la Academia de Leyes de Crawford High School, que incluye un programa de juicio simulado después de clases. Hizo notar la diversidad de la población estudiantil de la escuela que proviene de 30 naciones, muchos de los cuales llegaron como refugiados.

“Conseguir que se trabaje en equipo aquí requiere mucho esfuerzo”, señaló Beattie.

El fiscal adjunto de la ciudad de San Diego, Mike Cosgrove, quien dirigió al equipo de Crawford, dijo que los estudiantes aprenden a tener confianza, a hablar en público, a desarrollar habilidades analíticas y a usar un lenguaje persuasivo.

Ana Moreno estudiante de último año de Crawford interpretó a un testigo el año pasado, pero esta vez fue abogada.

“Estaba nerviosa. Fue un papel más importante”, comentó. “Estoy considerando ir a la escuela de leyes. Aunque ahora me doy cuenta cuánto trabajo es”.

Su compañera de equipo, Alita Ortega, también una estudiante de último año, dijo que era difícil equilibrar el trabajo en clase, la práctica del juicio simulado y ayudar en casa. “La práctica durante las finales estuvo muy pesada”, comentó Ortega.

“No estamos educando a estos niños para ser abogados, sino para convertirlos en ciudadanos informados y capaces”, agregó Herrera-Castellanos. “El nivel de confianza con el que los jóvenes se quedan simplemente se dispara”.

Members of Westview High School team, Tiffany Le, left, Ber al-Jaibaji, Devanshi Tomar, Michelle Wang, and Kailin Storms, right, hug and rejoice after their team was announced as finalists for the mock trial competition, which they later won.
(Howard Lipin/San Diego Union-Tribune)

Repard escribe para el U-T.

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