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Curso de costura corta con la discriminación

EFE

Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales e intersexuales aprenden a diseñar ropa adaptada a su cuerpo, o al que desearían tener, en el curso de costura que ha puesto en marcha en Buenos Aires una asociación que busca “romper los moldes” de la moda argentina.

El taller Rompiendo moldes está dirigido a “todo aquel que quiera aprender a hacer su ropa” pero especialmente a aquellos que no encuentran tiendas en las que comprar prendas que se ajusten a su físico o a la identidad sexual que les gustaría tener, explicó el diseñador que dirige el taller, David Lamalfa.

Gracias a estas clases, impulsadas por la asociación 100 por ciento Diversidad y Derechos, personas transexuales, aunque también usuarios de tallas grandes o estudiantes de diseño en paro, realizan patrones sobre papel de periódico y conocen los distintos tipos de tela que les permitirán elaborar sus piezas.

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Durante un mes, 19 alumnos se introducen en el mundo de la moda a las órdenes del modista y fotógrafo argentino.

En las primeras sesiones las herramientas de esta cuadrilla son el lápiz, la escuadra y el cartabón.

En unas semanas, comenzarán con la aguja y el hilo para acabar dominando los entresijos de la máquina de coser.

Para participar no se precisa experiencia, solo especificar qué partes del cuerpo se desean resaltar o disimular.

Las chicas lesbianas, por ejemplo, no quieren marcar la cintura, “todo lo contrario a las chicas transexuales”, que buscan resaltar la cintura, el pecho y la cadera, comentó Lamalfa.

Para el también fotógrafo, el nombre del curso justifica su misión.

“Si quiero (...) comenzar a hacerme mujer, tengo que buscar mi vestimenta de mujer, pero tal vez mi espalda no coincide con la espalda de lo que hoy se denomina mujer. Tengo que transformar mi molde y hacer lo que yo necesito”, añadió.

En opinión de la estudiante de diseño de indumentaria Eliana Maio, el curso “aporta mucho” a la comunidad porque es gratuito y en él “no se discrimina” y “no se mira mal a nadie”.

Además de estar de acuerdo con los valores que respaldan la iniciativa, Maio valora las clases desde una perspectiva profesional y personal.

“Salgo a la calle y no me agrada o no es de mi estilo la ropa, entonces me gusta aprender a poder confeccionar yo, reciclar viejas prendas y poder utilizarlas”, agregó.

Por su parte, Matías Fernández se esfuerza en corregir sus errores y en adquirir competencias para emprender en el sector de la moda.

“Estoy decidido (a aprender a elaborar mi propia ropa), lo quiero lograr. Además es un trabajo en conjunto, todos nos estamos ayudando. De los errores de cada uno, de eso se aprende”, añadió.

Los aprendices tienen como primera fecha de entrega la marcha del Orgullo LGTB Argentina, en la que lucirán prendas de su “colección”.

La celebración será en Buenos Aires dentro de dos semanas y será una buena ocasión para mostrar lo aprendido y “examinar” sus habilidades de corte y confección.

La Asociación Cien por Ciento Diversidad tiene como propósito “promover y defender el reconocimiento y respeto por la libre orientación sexual e identidad de género de todos y todas”.

Entre los objetivos de la organización se encuentran la defensa de cuestiones de derechos humanos, principalmente orientados a trabajos “contra la discriminación por orientación sexual, de género e identidad de género”, aseguró Leonardo Giaimo, miembro de la asociación y marido de Lamalfa.

El diseñador y su esposo tienen su propia “causa”: la gestación subrogada. Ambos trabajan en colaboración con 100 por ciento Diversidad y Derechos en la presentación de un proyecto de ley que persigue la regularización de esta forma de reproducción en Argentina.

“Estamos representando a mucha gente, no solo es una cuestión de orientación sexual. Somos dos hombres pero (...) este proyecto también abarca a personas solteras. No importa el estado civil, ni la orientación, ni la raza, ni la religión..”., sostuvo Giaimo.

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